Imaginemos una de las pesadillas más recurrentes entre los conductores de vehículos: por algún motivo olvidamos apagar las luces del vehículo y, sorpresa, ¡la batería se ha descargado! y el pánico llega a nosotros. Ahora, imaginemos que contamos con un dispositivo que con sólo abrir una válvula podremos obtener la energía suficiente para que encienda el auto, ¡sería maravilloso!
Exactamente, esta es la motivación detrás del proyecto de investigación para producir electricidad a partir del anticongelante o “antifreeze” de los automóviles. La idea es desarrollar dispositivos que, al activar una válvula, se haga pasar el anticongelante a través de celdas de combustible para obtener energía eléctrica para casos de emergencia – como quedarse sin batería -.
Se conoce como anticongelante al líquido que comúnmente se usa en el radiador de los automóviles y máquinas de combustión interna. En la actualidad, existen una gran variedad de marcas comerciales y formulaciones químicas de anticongelantes, de acuerdo al tipo y edad del vehículo. La mayoría contienen dos compuestos químicos: el etilenglicol y propilenglicol.
El etilenglicol es una molécula química que al descomponerse puede generar electricidad. Para que esto ocurra es necesario el uso de metales específicos como paladio o platino, denominados catalizadores (los mismos que se usan en los mofles de los autos). Es así que, al extender el concepto de una celdas de combustible para la generación limpia de electricidad utilizando etilenglicol como combustible, permitiría obtener dos beneficios principales: 1) el uso sustentable de anticongelante, lo que le confiere un valor agregado; 2) un uso alternativo al confinamiento del mismo.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se estima que hasta el año 2014 se encontraban registrados alrededor de 38 millones de automóviles en México, lo que hace pensar que, durante los servicios de mantenimiento de estos autos, se generan grandes cantidades de desechos, como son partes mecánicas, aceite de motor y precisamente el anticongelante.
Ahora bien, la pregunta inmediata es: ¿Cuáles son los alcances al utilizar anticongelante para generar electricidad?
Una, es generar dispositivos como el que mencionamos, para emergencias en las que requerimos producir electricidad a través de celdas de combustible. Sin embargo, es posible extender las aplicaciones del uso de esta tecnología para cargar, por ejemplo, el celular en el carro, o en aplicaciones a nivel industrial.
En el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica (CIDETEQ), Subsede Tijuana, se está trabajando en el uso de anticongelante de desecho, procedente de talleres mecánicos, para la generación limpia y sustentable de electricidad.
Para tal fin, se están diseñando y construyendo celdas de combustible (similares a las baterías), que generen electricidad a través del paso de anticongelante de coche por los micro y nanocanales de la celda de combustible.
La investigación en curso se encuentra liderada por el doctor Walter Noé Velázquez Arjona, investigador SNI 1, junto con estudiantes del CIDETEQ Tijuana, estudiantes del Instituto Tecnológico de Tijuana y con investigadores de otras instituciones como son el CIDETEQ Sede Querétaro, el CIMAV Chihuahua y la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
Actualmente, se encuentra en la etapa de fabricación y pruebas preliminares de prototipos miniaturizados de celdas de combustible novedosas para tal aplicación. Además, se han obtenido catalizadores de tamaños nanométricos basados en cobre y hierro, alternos al costoso platino, los cuales funcionan para una variedad de anticongelantes. El proyecto se espera ingrese próximamente a la convocatoria de la Secretaría de Energía para su continuación y para su posterior transferencia tecnológica.
Dr. Walter Noé Velázquez Arjona
Investigador
CIDETEQ, Subsede Tijuana